Nuestras quejas compartamoslas con Dios. Jesús nos dice: "Vengan a mi los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviare". Mt 11, 28. Confiemos que Él quiere y puede ayudarnos a cambiar nuestra situación.

Al hermano démosle apoyo, él tambien libra sus propias luchas. Ayudémonos a ser felices!

¿Cómo estamos con la práctica de obras de misericordia?

Buena reflexión para hoy... porque nos interesa ser felices. Dice Jesús: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" Mateo 5, 7.

Abstenerse de hacer juicios. Solo Dios conoce nuestros corazones y todas nuestras acciones.

Pensar, ¿qué haría Jesús en mi lugar?, ¿qué haría la Virgen María?

La humildad también se demuestra aceptando que somos pecadores. Y, Dios lo sabe y tiene misercordia de nosotros.

No tengamos miedo de ir a sus brazos y pedir perdon en la confesión.

Las pruebas son oportunidades para forjar nuestro caracter. Aprovechemoslas.

Pensemos en el otro, en sus intereses, deseos, miedos; tratemos de entender sus necesidades y ayudarle en aquello en que podamos. Siempre podemos hacer algo.

Rezar es una opcion.